Un mundo inteligente

El pasado 12 de febrero los alumnos del MBM de ESIC Business&Marketing disfrutamos de una charla relacionada con la Inteligencia Humana e Inteligencia Artificial. De una parte, tuvimos el placer de escuchar a Miguel Rebollo, profesor de la Universidad Politécnica de Valencia y doctor en informática, en representación dentro de la charla de la parte de investigación. Junto a él, Jaime Oliver, en representación de la parte de empresa, Ingeniero en telecomunicaciones. Por último, y como mediador de la sesión, Hugo de Juan, profesor de ESIC, Ingeniero en telecomunicaciones y doctor en organización de empresas.

¿Qué es la Inteligencia Artificial?

Antes de nada, es necesario definir el concepto de Inteligencia artificial, el cual surge junto con los ordenadores, alrededor de los años 50. Los fundamentos de esta disciplina están basados en un comportamiento inteligente llevado a cabo por el soporte tecnológico existente en la actualidad. Desde hace ya mucho tiempo, la inteligencia artificial dejó de ser un espectro de la ciencia ficción para ser absoluta realidad y convivir diariamente con nosotros. Podemos decir que constituye una inteligencia la cual estaría relacionada con cómo se comportaría una persona adulta resolviendo problemas concretos. La finalidad del desarrollo de esta inteligencia es no saber diferenciar entre personas y maquinas. Mediante la prueba de Turing, podríamos comprobar la capacidad de una máquina para exhibir un comportamiento inteligente similar al de un humano, y actualmente, existen maquinas que superan esta prueba. Este tipo de testeo podemos verlo por ejemplo en el sector de los videojuegos, no sabiendo diferenciar si jugamos contra una persona real o contra un Bot.

La IA conforma sistemas que son capaces de percibir mediante datos, entender lo que sucede, interpretarlo y tomar una acción. Básicamente conforman un software programado para reaccionar a unos estímulos enseñados. Sin embargo, debemos tener claro que las máquinas no aprenden solas, hay que educarlas. Esto es importante saberlo, ya que como hablaré a continuación, mucha gente piensa que este tipo de inteligencia puede ser dañina, pero realmente, esta inteligencia actuará como el ser humano le enseñe. Así pues, la encontramos en cualquier sitio: televisión, móvil, internet, ordenadores, tablets…

¿Cómo emplean esta inteligencia las empresas?

Podemos determinar que la Inteligencia Artificial existe donde hay datos. Hoy en día, existen datos en cualquier sector. Hoy en día, se miden los datos y todas las empresas ponen módulos de analítica para ello dentro de sus organizaciones. Éstas, emplean y desarrollan algoritmos para resolver problemas. Ejemplos: aplicaciones que te escuchan, geolocalización…

Como podemos ver en el ámbito industrial, encontramos inteligencia artificial en los procesos productivos, en la automoción… Y todo ello son maquinas que valen millones de euros. Un fallo de esas maquinas ocasiona una parada que deja a la empresa en cuestión en la estacada. Deben tener mucha eficiencia. Por tanto, todas las empresas deben actualizar sus departamentos e implementar este tipo de tecnologías, para poder activar el dato que maneja. Además, hoy en día el volumen de datos es muy grande y la maquina lo hará mejor que los humanos. Esto podemos observarlo fijándonos en como el ordenador analiza todos los datos que le ofrecemos y estudia que decisión garantiza el éxito.

¿Puede fallar la IA?

La IA usa una lógica, tiene una participación en el proceso de toma de decisiones e interpreta como responder a los estímulos. La Inteligencia Artificial y la probabilidad de fallo a su alrededor no depende del algoritmo, depende de los datos. Si le ofrecemos malos datos, interpretará mal. En este caso, no le habríamos dado muestras de las diferencias entre unos datos y otros ni una gran variedad de variables. Esto clasifica y decide. Hay que entrenarla, para que el algoritmo no falle. Las empresas dependen de los datos del cliente, por lo que estos deben de ser correctos.

Dentro de esta reflexión, debemos darnos cuenta y superar tópicos como que vamos a estar gobernados en un futuro por la inteligencia artificial. Estamos mucho mas lejos de lo que nos venden. Estamos cerca de un punto de disrupción. La IA no sirve para todo, hay muchos problemas que no se resuelven con ella, resolviéndose con otros métodos o herramientas. Así pues, podemos decir que la IA no es infalible. No resuelve todo. Esto también es así ya que no todos los escenarios pueden disponer de datos

¿Cómo afecta al empleo la Inteligencia Artificial?

En los últimos años escuchamos frases como “la tecnología va a quitarnos el pan” … Pero ¿hasta qué punto esto es cierto?

La tecnología ha mejorado mucho recientemente, y aunque es cierto que en ocasiones habrá puestos que puedan sustituir las acciones humanas para que estas sean más eficientes, también creará otros puestos de trabajo que deberán ser llevados a cabo por personas. Debemos ver la inteligencia artificial como una oportunidad y no como un problema. El efecto de ésta al empleo ha sido el mismo que ha tenido la tecnología en los últimos años. Siempre que se ha incorporado a las empresas ha ido afectando a los trabajadores en mayor o menor medida, pero afecta a los puestos menos cualificados. Esto es así ya que suelen ser puestos rutinarios y sustituibles. Sin embargo, esto llevado a mandos intermedios es más difícil y tiene una magnitud muy grande.

Esta situación tampoco tiene por qué ser alarmante ya que, hablando coloquialmente, “dejaremos de poner tornillos, para aplicar las variables que pongan esos tornillos”. Se sustituyen unos puestos por otros. El trabajo será más eficiente.

Encontraremos nuevos roles en nuestra sociedad: técnicos de análisis de datos, gente que se dedica al hardware, informáticos…

Según un estudio de IBM, más del 50% de la plantilla de personal estaba utilizando medios digitales, por lo que es importante saber manejar esto. En los próximos años, encontraremos dificultades a la hora de aplicar a trabajos si no tenemos unas nociones básicas del uso de la inteligencia artificial, por lo que será esencial formarnos en esta disciplina, para en un futuro ser personas que aporten valor a las empresas desde el minuto 0.